miércoles, 2 de abril de 2014

Volver

Hace tres semanas, volví. No creo sin embargo que esa palabra defina la vida. Seis letras, “volver”, que giran en nuestra cabeza tratando de voltear la dirección en la que caminamos, como si al pronunciarlas pudiéramos regresar mágicamente a un punto concreto por el que ya pasamos antes de llegar a donde estamos. Todo lo que transcurrió entre esos dos momentos, y que posiblemente nos llevan a este, es como si se hubiera esfumado. Tal es la incongruencia de Caribdis, un juego estéril y sin sentido de vueltas al tiempo.

martes, 11 de febrero de 2014

Los tres dioses

Vivió una vez un hombre, marido burlado, que se fue a vivir al monte, desde donde cada día gritó a la lluvia preguntando por qué. Cuando estallaba la tormenta, le parecía aún escuchar en el viento su nombre, el eco le devolvía sus memorias de la mujer a la que tanto había amado, no pudiendo olvidar. Había sin duda una gran pena en el fondo de su corazón, pero la ira hacia el hombre que se la llevó no le dejaba ver que la razón para su locura se encontraba dentro de sí. Siguió clamando al cielo y a los elementos hasta sus últimos días, pero lo cierto es que llevaba muerto mucho más tiempo. El hombre que se llevó a su mujer primero le quitó el vestido y luego el techo. Fue sin embargo una muerte lenta y agónica que nuestro hombre nunca llegó a comprender porque nunca entendió que había perdido la sonrisa de su mujer. Amanecer junto a esa risa cálida y alegre le había hecho sentir como si tuviera el sol dentro de sí. Pero la sonrisa se fue, y el sol se secó, dejando un agujero que nunca nada pudo ocupar. Murió seco, blanco y enjuto. Lo encontraron junto a un árbol, con ojos tristes y cansados pero intensamente abiertos, como si la muerte no hubiese agotado su sufrimiento.

viernes, 31 de enero de 2014

A propósito de los rusos

“La palabra es la mecha del sentimiento, no al contrario; y todo lo que de importante hay en la vida, ya lo han dicho los rusos”.

Una mujer rusa que emerge, fantasmal, de entre un lodazal para subirse a un autobús ruinoso y maloliente. El blanco y la serenidad de su terso rostro se reflejan en la nieve, que, sintiendo su contacto al bajar ella la mirada, irradia una brillantez que hiere. No existe el decoro cuando, atónito, debes alzar la tuya a las estrellas para no caer de rodillas, deslumbrado por tamaña belleza. Eso es el sentimiento, y describirlo, sus palabras.

jueves, 2 de enero de 2014

El gato de la Navidad

Hay un momento en que el autobús queda en silencio. El hombre de la derecha se sube el cuello de la gabardina. El de la izquierda observa su reflejo en el cristal de la ventanilla. Un niño pequeño se refugia en el regazo de su madre, y lanza miradas furtivas al resto de pasajeros. La señora mayor que casi cae al subir se remueve en su asiento, buscando acomodo. Parece algo inquieta. Tal vez sea porque el silencio muestra cómo somos. Actúa como un espejo gigantesco que nadie nos pone enfrente mientras nadie nos obliga a mirar. Es entonces cuando lo que era ordinario adquiere trascendencia.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

El señor Fermín

Fermín es un caballero de los de lanza en astillero. Pasea garboso por casa, atento a cualquier estímulo atractivo que lo saque de su sopor. Como su nombre, es profundamente español: lucha, tenaz, contra enormes gigantes y otros monstruos que pueblan su mente más que la realidad, pues en cualquier objeto movible advierte el peligro y la amenaza.

sábado, 24 de agosto de 2013

La ciudad de los héroes ¿olvidados?

El 24 de agosto es el día de la Independencia de Ucrania. Estuve caminando, en la mejor compañía y de forma totalmente casual, por el bulevar de Pushkin, en el centro de la ciudad. El busto del más grande poeta ruso preside, solemne, el alegre y concurrido paseo a que da nombre, a tan solo unos pocos metros de la Plaza de Lenin. Había cierta animación en el ambiente, aunque para ser ecuánime, no demasiado alboroto.

miércoles, 17 de julio de 2013

"Hestío"

El verano en Donetsk hace ya que comenzó, pues el calor (¿?) viene azotando a sus habitantes, acostumbrados a un gélido invierno, desde el mes de mayo. No obstante, hasta finales de junio o principios de julio la inactividad no se estableció en la oficina. Nuestras actividades se vieron muy reducidas por el corte vacacional en las escuelas propio de estas fechas, así que nuestra agenda semanal se reduce poco más que a trabajo de oficina y a seguir con tres o cuatro actividades que aún manejamos, tipo clases de idiomas, eventos los fines de semana, clases de conversación en español, cinefórum los jueves por la tarde y proyectos veraniegos, como la exhibición fotográfica que estamos preparando para el mes de julio.